viernes, 27 de marzo de 2015

Educando en valores: La obediencia




La obediencia infantil es un valor que implica acatar las órdenes de una persona adulta: padre, madre, profesor... Implica una actitud de respeto hacia la persona que emite la orden y requiere la capacidad de escuchar activamente con atención.

La obediencia es necesaria, no solo en la infancia, sino en las diferentes etapas de la vida ya que se requiere para poder convivir con las personas que nos rodean.Es una actitud responsable de colaboración y participación que influye en las buenas relaciones con los demás y en la organización de la realización de tareas productivas.

La obediencia no se establece en función del afecto que tengas hacia la otra persona, sino que se concentra en la tarea de cumplir un encargo sin pedir nada a cambio.

El aprendizaje de la obediencia

La obediencia se adquiere como parte del aprendizaje de entender que existen unos límites a la hora de realizar conductas y que se tienen que ir adquiriendo, primero por intentar obtener una grado de satisfacción por parte de los padres, y luego por asimilación de la norma como valor de convivencia.

Al final el niño, gracias a la estimulación que le da la persona adulta, cumplirá las normas no ya para agradar sino porque las interiorizará y extraerá un beneficio propio del cumplimiento de las mismas. Para que este proceso se de va a ser importante que el adulto explique el por qué de las normas y el niño/a  por qué es necesario que cumpla las cosas que se le piden.

Puntos importantes para adquirir la obediencia

  • Los adultos tienen que especificar las conductas concretas que se le exigen al niño/a.
  • El niño/a tiene que saber qué es lo que se espera de él.
  • El niño/a tiene que tener claras cuáles son sus obligaciones y deberes.
  • Cuando el niño/a realice la conducta esperada el adulto debe hacerle saber que ha hecho lo correcto verbalmente y prestándole atención.
  • El adulto, a partir de que el niño entiende lo que se le dice, debe explicarle el por qué de las normas para que asimile el valor de la misma.
  • El niño/a debe saber que con el incumplimiento de la norma no consigue nada, en muchos cass ni siquiera la atención de sus padres.
  • El aprendizaje de las normas debe ampliarse a todas las áreas del niño/a, no solo a la casa.
  • Los padres y madres van a servir de modelos en el cumplimiento de normas.
  • Hacer ver al niño/a que el cumplimiento de las normas beneficia a tod@s y hace que estemos mejor y más felices.

lunes, 23 de marzo de 2015

¿Por qué no consigo ser feliz?


Todos queremos ser felices. 

Desde pequeños nos inculcan que la felicidad es algo necesario y que, sin ella, la vida no tiene sentido. Hay que hacer las cosas bien, tenemos que salir adelante y debemos hacerlo con una sonrisa en nuestro rostro. Quien cae, fracasa, quien no es feliz, no ha conseguido el objetivo vital más importante.

Generalmente, este tipo de expectativas generan en cada uno de nosotros la sensación de “Necesidad de ser felices”, entendiendo que, el hecho de no serlo en momentos concretos de nuestra vida, denota un fracaso personal.

Ser feliz es un concepto abstracto que combina múltiples factores y que determina de manera directa, un sentimiento en nosotros.

Centramos nuestra felicidad en los cánones que los demás nos imponen, sin pararnos a pensar si realmente esa forma de ser felices que los demás tienen, nos hace felices a nosotros mismos. Tenemos la concepción errónea de que tener más, implica mayor felicidad, algo que está demostrado que no es cierto, pero seguimos creyendo en ello, y para conseguirlo, centramos toda nuestra energía y tiempo en conseguir más y más cosas.

Todos, en algún momento concreto de nuestra vida, nos hemos parado a pensar y hemos centrado toda nuestra energía en analizar si realmente somos felices. Suele coincidir que ese análisis, solemos hacerlo en momentos de nuestra vida en los que no lo somos, en los que notamos esa carencia, con lo cual la idea general que nos queda es la de sentir que “no cumplimos” esa necesidad “básica” que nos han creado desde pequeños.

Si nos paramos a pensar cuales son los motivos que más nos perjudican a la hora de entender nuestra propia felicidad, podríamos centrarnos en dos: la culpa y una alta exigencia, por lo que la clave principal para ser felices podría centrarse en el concepto concreto de ser capaces de perdonarnos a nosotros mismos y, para ello, es importante seguir varios criterios básicos:

  • ·         Cometer un fallo, no es un crimen. Debemos entender los fallos que cometemos como errores que podemos solventar, simplemente obstáculos puntuales en nuestro camino de vida, que nos ayudan a aprender.
  • ·         Perdona a los demás. Malgastar la energía en odiar o tener rencor hacia alguien nos impide dedicar todas nuestras fuerzas a conseguir nuestros objetivos.
  • ·         No dejes que tu pasado determine tu vida. Estás viviendo el presente, no el pasado. Si centras todos tus pensamientos en algo que ya no puedes cambiar y que ya ha pasado. ¿Cómo vas a labrar el futuro que esperas? Centra tu vida en el AQUÍ y AHORA.
  • ·         Los demás no mandan en tu vida, eres tú. Una baja autoestima puede hacer que dejes que las opiniones de los demás dirijan tu vida. Párate y piensa, el/la único/a que vives tu vida eres tu mismo/a. Déjate aconsejar por buenos amigos, pero siempre toma tú las decisiones finales, aunque la gente quiera ayudarte, puede que no entiendan la vida como tu lo haces y, al fin y al cabo, las consecuencias de tus actos recaerán en ti, no en quienes te aconsejaron.
  • ·         Aleja de ti a la gente que te hace daño. Las relaciones tóxicas no favorecen a nadie. Intentar mantener algo que no te hace feliz no tiene sentido. Hay malas épocas y en ellas apoyamos a la gente que lo necesita pero, llegados a un cierto punto, hay que valorar que, si nos hace tanto daño que impide que seamos nosotros mismos, esa persona o personas no nos hacen bien. Cuanto antes cortes ese tipo de relaciones, antes volverás a poder ser tú.
  • ·         Cree en ti. La base de la felicidad es la confianza en uno mismo. Si ves la vida con otros ojos, puede que las situaciones sean las mismas, pero tu forma de interpretarlas cambiará. Busca la perspectiva que más favorezca tu forma de entender el mundo. Busca la forma de sentirte lo más cómodo/a posible con las circunstancias actuales.

Encontrar la felicidad está en uno mismo, no en los demás. Si llegas a comprender que tu felicidad tan solo depende de ti mismo, tendrás mucho más accesible la forma de cambiar las cosas y de entender la vida a tu manera. Quiérete, perdónate y perdona a los demás y sigue adelante.


Paulo Coelho dijo: “Volví a sentir una inmensas ganas de vivir cuando descubrí que el sentido de mi vida era el que yo le quisiera dar” 

viernes, 6 de marzo de 2015

Crítica ¿constructiva o destructiva?



Las relaciones interpersonales pueden ser estresantes en muchas ocasiones, y a veces sentimos que las personas que nos rodean no respetan nuestros derechos o se comportan de forma molesta para nosotros, afectando a nuestro bienestar y a nuestro estado de ánimo.

En estas ocasiones podemos responder de diferentes maneras, pero aunque hablemos de una forma tranquila podemos estar increpando la conducta de la otra persona creando un efecto de rechazo y sin conseguir lo que realmente deseamos: que esa conducta cambie. 

Una crítica puede ser constructiva o destructiva. Se dice que una crítica es constructiva cuando:
  •          El comportamiento criticado es algo que puede cambiarse.
  •          Se cuida la forma en la que se expresa para que no hiera a alguien.
  •          Se hace porque se aprecia al otro y se quiere ayudar.
  •          Se desea mantener una buena relación.

Suelen tener varias funciones positivas:
  •           Intenta defender los derechos legítimos del que hace y comunica sus necesidades.
  •          Pretenden ayudar a quién la recibe.
  •          Pretenden ayudar a mejorar la comunicación y las relaciones interpersonales.
      Sin embargo, a pesar de esto pueden ser interpretadas de forma negativa por la persona que la recibe. Por ello, es mejor hacer una petición de cambio de conducta teniendo en cuenta el punto de vista de la otra persona.


1      Cómo pedir cambios de conducta en forma asertiva
  •          Detectar el problema: darte cuenta de que tienes un problema causado por el comportamiento de otra persona. Es importante expresar el problema en primera persona ya que es uno mismo el que tiene el problema, aunque sea consecuencia del comportamiento de la otra persona.

  •        Evaluar si es conveniente o no pedir el cambio de conducta:
             - Ver si está lesionando sus derechos
                   - Si lo que pides es realista
                   - Si se puede molestar y prever las consecuencias
                   - Ver si realmente es importante para ti que el otro cambie.

Para que nuestras relaciones con los demás sean más satisfactorias es importante que aprendamos a expresar lo que queremos, sentimos y pensamos en un determinado momento, y pedir cambios en los demás sin vulnerar sus derechos y respetando su punto de vista. Todo ello de una forma amable, ya que lo que queremos es que ambas partes salgan beneficiadas y no hacer un ataque hacia la otra persona.