Tenemos la idea equivocada de que
cuántos más juguetes tengan nuestros hij@s más van a jugar o más felices van a
ser. Nada más lejos de la realidad.
El juego es una parte importante
del desarrollo de los niñ@s. Gracias al juego irán formando su personalidad y,
a medida que vayan superando pequeños retos, mejorará su autoestima. ¡Pero para
ello no es necesario que tengan una habitación llena de juguetes!
Nos encontramos con niñ@s hoy en día
que tienen más juguetes de los que pueden llegar a utilizar y no solo no
consiguen desarrollar más habilidades sino que, en muchos casos, les bloquea y
se aburren, llegando a no jugar con nada de lo que tienen. Es más, comienzan a
pedir más juguetes que han visto que tienen otros niños y ellos no, no llegando
a desarrollar algo tan importante como el VALOR DE LAS COSAS. No darle todo lo
que pide le va ayudar a darle valor a las cosas y a entender que existen
límites, algo muy importante para que no se frustre en su vida adulta.
Lo que ayuda a que un niño
desarrolle habilidades a través del juego no es la CANTIDAD de juguetes sino la
CALIDAD del juego. Muchas veces están rodeados de juguetes y lo que están
solicitando es nuestra compañía, porque es el acto de compartir el juego lo que
les permite disfrutar y mejorar sus destrezas.
Muchas veces, los padres y madres
están pendientes de que a sus hij@s no les falte nada material, cuando lo más
importante es la dedicación de tiempo de juego. Dedicar un tiempo para
compartir jugando con nuestro hij@ y prestarles atención es el mejor regalo que
le podemos dar estas navidades, ¡y es gratis!
Los
especialistas de la Asociación española de pediatría (Aepap y Sepeap) aconsejan menos juguetes y más juegos
compartidos y
nos recomiendan la recuperación de juguetes educativos. En cuanto al número de
juguetes se recomienda NO REGALAR MÁS DE 3, para que le permita mantener la ilusión
y no se sienta desbordado, sin poder atenderlos a todos.
Para
estas Navidades algo apto para todos los bolsillos: menos juguetes y más tiempo
de juego.