viernes, 3 de julio de 2015

LA TECNICA DEL SEMÁFORO ¿Qué es y para qué sirve?


¿Qué es exactamente la Técnica del Semáforo?

Esta técnica está especialmente indicada para el Autocontrol de nuestras emociones negativas (ira, agresividad…).

Este método otorga a la persona que sabe manejarlo el poder de “Pensar antes de actuar” y beneficia directamente el sistema de Toma de Decisiones individual y las consecuencias posteriores.

Es decir, un niño/a que se enfada y es capaz de pararse y pensar antes de actuar, seguramente pueda comportarse de una forma mucho más adecuada y controlada, que aquel que actúe directamente, sin pensar, dejándose llevar por el enfado o la rabia característicos de la explosión emocional del momento, obteniendo por ello consecuencias muy diversas.

Es importante resaltar que la Capacidad de Atención es fundamental para poder llevar a cabo esta técnica: ser capaces de centrar nuestra atención en las posibles consecuencias de nuestros actos y dejar a un lado los sentimientos encontrados del momento concreto, resulta imprescindible para que la ejecución de esta técnica termine siendo satisfactoria.

Dentro del proceso, debemos tener en cuenta que la Identificación de Emociones es otro de los puntos básicos de la técnica. Entender cómo van surgiendo las emociones negativas en nuestro cuerpo y ser capaces de anticiparnos al Estallido Emocional es primordial. El entrenamiento en esta área es muy importante sobre todo en los más pequeños, a los cuales suele costarles más identificar este tipo de señales. Todas las personas experimentan señales físicas en el momento de enfado o rabia, como pueden ser: respiración agitada, tensión muscular, sudor en las manos… Y estas señales son los indicadores más fiables a los que debemos prestar atención en el momento concreto en que empiecen a aparecer.

¿Qué relación existe entre el semáforo y las emociones?

Debemos asociar los colores del semáforo con nuestras emociones básicas y nuestros comportamientos.

-ROJO: Rabia, enfado, ira…
§                       Pararse: Como cuando un coche se encuentra un
        semáforo en rojo, debemos parar, en este caso para
        pensar en nuestras emociones del momento. Son
        negativas, y debemos ser capaces de controlarlas.
§                           *Llega el momento de empezar a tranquilizarse.

-AMARILLO: comienza la relajación y reflexión.
§                      Pensar antes de actuar: es el momento en el que
       debemos ser capaces de tranquilizarnos (es impor-
       tante si no conocía, haber enseñado técnicas 
       previas de relajación) y valorar la situación.
§                         *Pensamos en las posibles alternativas a la conducta que teníamos pensada y las                        consecuencias que nuestros actos podrían tener para nosotros y para los demás.

-VERDE: Tranquilidad, sosiego, confianza.
§                     Tomar una decisión: Elegimos la mejor opción y la ponemos en marcha, controlando              nuestro enfado y no reaccionando de manera desproporcionada a la situación.

Una vez que la situación está controlada, es recomendable realizar un análisis global de la situación, que hubiéramos hecho si hubiéramos reaccionado en un primer momento y cuales hubieran sido las consecuencias y qué ha pasado cuando nos hemos parado a pensar y hemos tomado la decisión de una manera mucho más racional.

Este hecho es importante para que los niños sean conscientes de qué es lo que ganan esforzándose en controlar sus conductas. Para ellos es uno de los mejores refuerzos.

Las primeras veces resulta muy complicado, sobre todo en niños con problemas graves de control de impulsos, de la ira o de agresividad, pero es una técnica que termina en la mayoría de los casos funcionando muy bien.

¿Dónde puedo utilizar esta técnica?


Uno de los aspectos más positivos de esta técnica es que se puede utilizar en cualquier ámbito. Una vez adquirida y aprendida, nos servirá para todo tipo de situaciones o conflictos a los que tengamos que enfrentarnos.

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