¿Qué es
exactamente la Técnica del Semáforo?
Esta
técnica está especialmente indicada para el Autocontrol de nuestras emociones
negativas (ira, agresividad…).
Este
método otorga a la persona que sabe manejarlo el poder de “Pensar antes de
actuar” y beneficia directamente el sistema de Toma de Decisiones individual y las consecuencias posteriores.
Es
decir, un niño/a que se enfada y es capaz de pararse y pensar antes de actuar,
seguramente pueda comportarse de una forma mucho más adecuada y controlada, que
aquel que actúe directamente, sin pensar, dejándose llevar por el enfado o la
rabia característicos de la explosión emocional del momento, obteniendo por
ello consecuencias muy diversas.
Es
importante resaltar que la Capacidad de Atención es fundamental para poder
llevar a cabo esta técnica: ser capaces de centrar nuestra atención en las
posibles consecuencias de nuestros actos y dejar a un lado los sentimientos
encontrados del momento concreto, resulta imprescindible para que la ejecución
de esta técnica termine siendo satisfactoria.
Dentro
del proceso, debemos tener en cuenta que la Identificación de Emociones es otro
de los puntos básicos de la técnica. Entender cómo van surgiendo las emociones
negativas en nuestro cuerpo y ser capaces de anticiparnos al Estallido Emocional es primordial. El entrenamiento en esta área es muy importante sobre
todo en los más pequeños, a los cuales suele costarles más identificar este
tipo de señales. Todas las personas experimentan señales físicas en el
momento de enfado o rabia, como pueden ser: respiración agitada, tensión
muscular, sudor en las manos… Y estas señales son los indicadores más fiables
a los que debemos prestar atención en el momento concreto en que empiecen a
aparecer.
¿Qué
relación existe entre el semáforo y las emociones?
Debemos asociar los colores
del semáforo con nuestras emociones básicas y
nuestros comportamientos.
-ROJO: Rabia, enfado, ira…
§ Pararse: Como cuando un coche se encuentra un
pensar
en nuestras emociones del momento. Son
negativas,
y debemos ser capaces de controlarlas.
§ *Llega
el momento de empezar a tranquilizarse.
-AMARILLO: comienza la relajación y
reflexión.
§ Pensar
antes de actuar: es el
momento en el que
debemos
ser capaces de tranquilizarnos (es impor-
tante
si no conocía, haber enseñado técnicas
previas de
relajación) y valorar la situación.
§ *Pensamos
en las posibles alternativas a la conducta que
teníamos pensada y las consecuencias que nuestros actos podrían
tener para nosotros y para los demás.
-VERDE: Tranquilidad, sosiego, confianza.
§ Tomar
una decisión: Elegimos
la mejor opción y la ponemos
en marcha, controlando nuestro enfado y no reaccionando
de manera desproporcionada a la situación.
Una vez que la situación
está controlada, es recomendable realizar un análisis global de la situación,
que hubiéramos hecho si hubiéramos reaccionado en un primer momento y cuales
hubieran sido las consecuencias y qué ha pasado cuando nos hemos parado a
pensar y hemos tomado la decisión de una manera mucho más racional.
Este hecho es importante
para que los niños sean conscientes de qué es lo que ganan esforzándose en
controlar sus conductas. Para ellos es uno de los mejores refuerzos.
Las primeras veces resulta
muy complicado, sobre todo en niños con problemas graves de control de
impulsos, de la ira o de agresividad, pero es una técnica que termina en la
mayoría de los casos funcionando muy bien.
¿Dónde
puedo utilizar esta técnica?
Uno
de los aspectos más positivos de esta técnica es que se puede utilizar en
cualquier ámbito. Una vez adquirida y aprendida, nos servirá para todo tipo de
situaciones o conflictos a los que tengamos que enfrentarnos.
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