Uno de los aspectos
fundamentales de la Autoestima es la AUTOCRITICA. La autocrítica es la
capacidad de auto evaluarse y de ser sincerarse con uno mismo. Nos ayuda a ser
conscientes de las fortalezas y debilidades que poseemos.
Usada de forma correcta, nos
ayuda a mejorar como personas. Nos da una visión objetiva de quiénes somos y de
qué aspectos podemos intentar mejorar. Sin embargo, un mal uso de esta
herramienta nos impide avanzar, generando en la propia persona inseguridad,
decepción, culpa y/o angustia, propiciando de esta manera una baja autoestima.
Es importante comprender
que, constantemente, nos calificamos a nosotros mismos y
alimentamos una autopercepción (ya sea de una forma positiva o negativa),
conforme vamos enfrentándonos a distintas situaciones diariamente.
Generamos de esta manera una autoimagen o
autoconcepto sobre nosotros mismos bastante estable. Hemos de tener en cuenta
que terminamos creyendo lo que nos decimos, predisponiendo de esta forma nuestra
conducta, nuestra percepción de las situaciones y nuestras acciones. Si
constantemente nos decimos que no vamos a llegar a ningún lado y que no valemos,
nuestra predisposición a actuar en situaciones concretas será mucho peor, y las
afrontaremos con mucha inseguridad.
Una persona se predispone a cambiar la forma en que se habla a sí mismo cuando
es consciente de las cosas que llega a decirse y del daño que se está haciendo
con ello. Pararse a pensar qué nos decimos, es fundamental para poder poner
solución. Generalmente, realizar un análisis de los pensamientos negativos
suele ser el primer comienzo:
“Presta atención a los pensamientos que tienes habitualmente en tu
cabeza. Haciendo un análisis global, ¿Tienden a ser más positivos o negativos?
Haz un listado durante unos días de los pensamientos más negativos.
Una vez hecho el listado, pronuncia esos pensamientos en voz alta, como
si estuvieras hablando con alguien. Imagina que tu le dijeras a alguien
diariamente todo lo que tú te dices a ti mism@. ¿Crees que serías capaz de
decirle a otra persona todo lo que te dices a ti? ¿Cómo crees que reaccionaria
si se lo dijeras?
En muchas ocasiones cuando estamos intentando superar un problema no
somos capaces de valorar objetivamente. Sin embargo, con esta técnica, salimos
de nuestro yo e intentamos dar consejo a una persona que pasa por nuestra misma
situación.
La pregunta más importante para hacerse es la siguiente: si le dijéramos
todo eso a otra persona, ¿sería beneficioso para ella? ¿Le ayudaría a
solucionar el problema?
Si la respuesta es NO, plantéate tu situación. Si sigues diciéndote esas
cosas, con la misma lógica con la que a otra persona no le ayudaría, a ti,
seguramente, tampoco lo terminará haciendo.
Los efectos de rebajar los niveles de autocrítica son
muy claros. Si empiezas a cambiar poco a poco tu mentalidad y la forma en la
que dialogas con tu ser interior de forma mental, la forma de interpretar tu
mundo puede llegar a cambiar bastante, mejorando de esta forma tu capacidad de
afrontar los problemas, tu seguridad, tu sensación de control en tu vida…
Llegados a este punto, es hora de plantearse un cambio real de
estrategia para afrontar los problemas. Con un cambio de pensamientos, actitud
y por consiguiente con una autoestima mucho más positiva, las probabilidades de
encontrarte fuerte, segur@ y preparad@ para enfrentarte a tus problemas serán
mucho mayores.
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