“Una gran carga, conlleva una gran responsabilidad. Y una gran
responsabilidad, conlleva estrés, ansiedad, cansancio continuo, frustración,
sensación de inutilidad, ira, rabia, Impotencia…”
A pesar de la lucha, el camino a
la total integración de la mujer aún no es de plena igualdad. Por desgracia,
siguen existiendo a día de hoy múltiples barreras sociales que dificultan la
completa realización de las mujeres en el triple ámbito: familiar, personal y
profesional.
Cada mujer debe conseguir un
equilibrio entre las diferentes áreas y eso no es fácil. Para conseguirlo, cada
una tendrá que tomar sus decisiones en función de: Circunstancias personales (soltera
o con pareja), Economía (Con trabajo o sin trabajo) y Apoyos o red social
(personas que puedan ayudarle en momentos puntuales y en las que pueda apoyarse
si lo necesita).
Ante esta situación, muchas
mujeres se ven sobrepasadas por las circunstancias y exigencias que el entorno
carga sobre ellas, sobretodo una vez que son madres. Llegados a ese punto, es importante tener en
cuenta las siguientes cuestiones:
1. Exígete menos: No hay que ser
perfecta. Las super Madres NO EXISTEN. Solo existen las madres normales que
hacen maravillas para poder compaginarlo todo lo mejor que pueden, y que caen
rendidas por la noche de todo el cansancio acumulado. NADIE LO HACE TODO BIEN.
2. No te culpes: No pasa nada si
no puedes estar con tus hijos en todo momento, quizás algún día te tomen como
un ejemplo a seguir de esfuerzo y superación. Es necesario ir a trabajar, y
aunque te resulte doloroso, lo necesitas para darle una vida mejor. Lo haces
por él, no por ti. NO TE SIENTAS CONSTANTEMENTE CULPABLE
3. No te compares: tú, eres tú. Y
solo tú sabes tus circunstancias. Cada familia, cada situación y cada núcleo
familiar es un mundo. Cada madre es distinta. Tú lo haces lo mejor que puedes y
con la mejor intención, errores los cometemos todos.
4. Prioriza: Céntrate en lo
importante, lo demás, lo harás cuando puedas. El día solo tiene 24horas. Las
tareas que sean imprescindibles, hazlas, las que no, pueden esperar.
5. Delega: Tu también tienes que
tomar tu tiempo, ser tu misma, disfrutar de pequeños momentos, aunque sean
escasos. Hay cosas que no es obligado que hagas tu. Si tienes la suerte de
tener apoyo, aprovéchalo. NO ES EGOISMO. Tú hace un tiempo también eras persona
independiente. Privarte de todo el tiempo para ti y cargar con todo NO
SOLUCIONA NADA.
6. Disfruta: Busca momentos
especiales que compartir con tus hijos, en familia y amig@s, y disfrútalos, sin remordimientos. Hay tiempo para todo, aunque se limite enormemente,
intenta no dejar a un lado todo lo demás. NECESITAS DESPEJARTE Y RECORDAR QUIEN
ERES.
7. PIENSA EN TI: Relájate,
te lo mereces. «Una madre que aspira a la perfección está perdida» La madre perfecta NO EXISTE. Por eso, Cuídate y Mímate, dedícate unos minutos al día, aunque sólo sean 10 o
15. Tú también eres importante y tú también necesitas descanso y dedicación.
Ten en cuenta
que tu hijo no busca una madre perfecta, busca una madre feliz, una madre
descansada, una madre tranquila con la que poder conversar, aprender, reír,
jugar, a la que pueda besar, abrazar y confiar, que le imponga límites y normas
definidos y que le enseñe a ser una persona de provecho, con valores y
educación.
UN NIÑO
QUIERE UNA MADRE FELIZ, NO PERFECTA
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