martes, 24 de noviembre de 2015

LAS MADRES PERFECTAS Y LOS CUENTOS DE HADAS: MITOS Y EXIGENCIAS IMPOSIBLES

“Una gran carga, conlleva una gran responsabilidad. Y una gran responsabilidad, conlleva estrés, ansiedad, cansancio continuo, frustración, sensación de inutilidad, ira, rabia, Impotencia…”

A pesar de la lucha, el camino a la total integración de la mujer aún no es de plena igualdad. Por desgracia, siguen existiendo a día de hoy múltiples barreras sociales que dificultan la completa realización de las mujeres en el triple ámbito: familiar, personal y profesional.

Cada mujer debe conseguir un equilibrio entre las diferentes áreas y eso no es fácil. Para conseguirlo, cada una tendrá que tomar sus decisiones en función de: Circunstancias personales (soltera o con pareja), Economía (Con trabajo o sin trabajo) y Apoyos o red social (personas que puedan ayudarle en momentos puntuales y en las que pueda apoyarse si lo necesita).

Son muchas las mujeres y madres trabajadoras que intentan cargar y de hecho, lo hacen, con todo el peso de: horario laboral, atención de sus hijos, tareas propias del puesto de trabajo, tareas de la casa y mantenimiento de una vida social, familiar y sentimental. El reto principal de la mujer moderna es poder compaginarlo ABSOLUTAMENTE TODO: “TIENE” QUE HACERLO BIEN Y SIN DESESPERARSE.

Ante esta situación, muchas mujeres se ven sobrepasadas por las circunstancias y exigencias que el entorno carga sobre ellas, sobretodo una vez que son madres.  Llegados a ese punto, es importante tener en cuenta las siguientes cuestiones:

1. Exígete menos: No hay que ser perfecta. Las super Madres NO EXISTEN. Solo existen las madres normales que hacen maravillas para poder compaginarlo todo lo mejor que pueden, y que caen rendidas por la noche de todo el cansancio acumulado. NADIE LO HACE TODO BIEN.

2. No te culpes: No pasa nada si no puedes estar con tus hijos en todo momento, quizás algún día te tomen como un ejemplo a seguir de esfuerzo y superación. Es necesario ir a trabajar, y aunque te resulte doloroso, lo necesitas para darle una vida mejor. Lo haces por él, no por ti. NO TE SIENTAS CONSTANTEMENTE CULPABLE

3. No te compares: tú, eres tú. Y solo tú sabes tus circunstancias. Cada familia, cada situación y cada núcleo familiar es un mundo. Cada madre es distinta. Tú lo haces lo mejor que puedes y con la mejor intención, errores los cometemos todos.

4. Prioriza: Céntrate en lo importante, lo demás, lo harás cuando puedas. El día solo tiene 24horas. Las tareas que sean imprescindibles, hazlas, las que no, pueden esperar.

5. Delega: Tu también tienes que tomar tu tiempo, ser tu misma, disfrutar de pequeños momentos, aunque sean escasos. Hay cosas que no es obligado que hagas tu. Si tienes la suerte de tener apoyo, aprovéchalo. NO ES EGOISMO. Tú hace un tiempo también eras persona independiente. Privarte de todo el tiempo para ti y cargar con todo NO SOLUCIONA NADA.

6. Disfruta: Busca momentos especiales que compartir con tus hijos, en familia y amig@s, y disfrútalos, sin remordimientos. Hay tiempo para todo, aunque se limite enormemente, intenta no dejar a un lado todo lo demás. NECESITAS DESPEJARTE Y RECORDAR QUIEN ERES.

7. PIENSA EN TI: Relájate, te lo mereces. «Una madre que aspira a la perfección está perdida»  La madre perfecta NO EXISTE. Por eso, Cuídate y Mímate, dedícate unos minutos al día, aunque sólo sean 10 o 15. Tú también eres importante y tú también necesitas descanso y dedicación.

Ten en cuenta que tu hijo no busca una madre perfecta, busca una madre feliz, una madre descansada, una madre tranquila con la que poder conversar, aprender, reír, jugar, a la que pueda besar, abrazar y confiar, que le imponga límites y normas definidos y que le enseñe a ser una persona de provecho, con valores y educación.

UN NIÑO QUIERE UNA MADRE FELIZ, NO PERFECTA


 

lunes, 7 de septiembre de 2015

Vuelta a la rutina: El Síndrome Postvacacional


Hacerse a la idea de que los días de desconexión, relax y vacaciones han terminado, no resulta una tarea fácil para casi nadie. Sin embargo, siempre hay personas que llevan esta transición mejor que otras.

En ocasiones, la vuelta a la rutina, hábitos y ambiente laboral se vuelve como “un lunes que no acaba” para muchas personas. Cuesta acostumbrarse otra vez a los horarios impuestos y a un ritmo de vida que nada tiene que ver con el que anteriormente hemos llevado.

Esta sensación suele presentarse durante las dos primeras semanas, llegándose a producir cansancio excesivo, insomnio, pérdida de apetito, dificultad para concentrarse, nerviosismo, irritación, falta de motivación… entre otros.  Se entiende que son síntomas normales de adaptación a la nueva situación durante estas primeras semanas y que, conforme pasen los días, dichos síntomas deben ir desapareciendo. Se debe tener en cuenta que si estos síntomas duran más de 15 días, han de tenerse en cuenta puesto que exceden el periodo normal de habituación a la vida diaria.

Por todo ello, es importante reconoce que entendemos por Síndrome Postvacacional el conjunto de síntomas que manifestamos al incorporarnos nuevamente a nuestra rutina y obligaciones, ya sean laborales, de estudio o familiares.  

Existen algunos consejos que pueden ayudarte a llevar mejor “La vuelta a las rutinas” y algunos de ellos son:

-Impón un horario de descanso: durante las vacaciones tendemos a perder la conciencia del tiempo y dormimos de más o de menos. Es importante que cuanto antes, vuelvas a dormir las horas necesarias para recuperar tu energía. No desesperes si los primeros días cuesta, poco a poco el cuerpo se adaptará de nuevo. Cuanto más respetes los horarios, más fácilmente.

-Incluye el deporte en tu rutina: Incluir algo de deporte en nuestra rutina diaria nos ayudará a relajar nuestro cuerpo y cansarlo lo suficiente como para que necesite descansar, favoreciendo un descanso más placentero.

-Organiza tu tiempo: Céntrate en las tareas que son prioritarias y deja para mas adelante todas aquellas que puedes ir haciendo de forma progresiva conforme vayas adaptándote. Intentar hacer todo de golpe solo favorecerá mayor sensación de estrés y ansiedad.

-Recupera los buenos hábitos de alimentación: las vacaciones siempre nos incitan a comer de una manera menos saludable de lo que solemos estar acostumbrados. Poco a poco, combinando la dieta con un poco de deporte y una higiene del sueño adecuada, conseguiremos volver a estar al 100%.

-Dirige tus pensamientos: Echar de menos todo aquello que hemos tenido en vacaciones es normal, pero no debemos centrar nuestros pensamientos en eso. Pensar diariamente en lo bien que lo hemos pasado, en que vuelve a faltar un año para disfrutar o en que no tenemos ganas de volver a la rutina no nos ayuda en absoluto. En lugar de ello, debemos plantearnos la vuelta como un reto para conseguir nuevos objetivos o ser capaces de mantener los que ya teníamos adquiridos y recuperarlos lo antes posible.

-Busca actividades agradables: Si sientes que no encuentras sentimientos positivos y que tu vuelta a la rutina te cuesta más de lo que pensabas, comienza a buscar actividades o hobbies que te hagan sentir que esta nueva situación también te aporta oportunidades nuevas de sentirte bien.

-Date una tregua: Si no te encuentras del todo animado, entiéndelo como una adaptación, no como un trauma. Ser conscientes de que durante un corto periodo de tiempo podemos estar algo decaídos nos ayuda a liberarnos de la culpa que nos produce el hecho de sentirnos así. Entiéndelo como tal, un periodo de transición que debe desaparecer en breve. Ten paciencia. Ten en cuenta que cuanto más te exijas, más te costará el esfuerzo y la sensación de incapacidad irá en aumento, permítete unos días.

Volver a la rutina no es fácil, pero se consigue planteando la situación de una forma adecuada. No es una vuelta horrible a una rutina aburrida, sino una nueva oportunidad para plantear nuestro día a día de una forma diferente.

¡Ánimo!

viernes, 3 de julio de 2015

LA TECNICA DEL SEMÁFORO ¿Qué es y para qué sirve?


¿Qué es exactamente la Técnica del Semáforo?

Esta técnica está especialmente indicada para el Autocontrol de nuestras emociones negativas (ira, agresividad…).

Este método otorga a la persona que sabe manejarlo el poder de “Pensar antes de actuar” y beneficia directamente el sistema de Toma de Decisiones individual y las consecuencias posteriores.

Es decir, un niño/a que se enfada y es capaz de pararse y pensar antes de actuar, seguramente pueda comportarse de una forma mucho más adecuada y controlada, que aquel que actúe directamente, sin pensar, dejándose llevar por el enfado o la rabia característicos de la explosión emocional del momento, obteniendo por ello consecuencias muy diversas.

Es importante resaltar que la Capacidad de Atención es fundamental para poder llevar a cabo esta técnica: ser capaces de centrar nuestra atención en las posibles consecuencias de nuestros actos y dejar a un lado los sentimientos encontrados del momento concreto, resulta imprescindible para que la ejecución de esta técnica termine siendo satisfactoria.

Dentro del proceso, debemos tener en cuenta que la Identificación de Emociones es otro de los puntos básicos de la técnica. Entender cómo van surgiendo las emociones negativas en nuestro cuerpo y ser capaces de anticiparnos al Estallido Emocional es primordial. El entrenamiento en esta área es muy importante sobre todo en los más pequeños, a los cuales suele costarles más identificar este tipo de señales. Todas las personas experimentan señales físicas en el momento de enfado o rabia, como pueden ser: respiración agitada, tensión muscular, sudor en las manos… Y estas señales son los indicadores más fiables a los que debemos prestar atención en el momento concreto en que empiecen a aparecer.

¿Qué relación existe entre el semáforo y las emociones?

Debemos asociar los colores del semáforo con nuestras emociones básicas y nuestros comportamientos.

-ROJO: Rabia, enfado, ira…
§                       Pararse: Como cuando un coche se encuentra un
        semáforo en rojo, debemos parar, en este caso para
        pensar en nuestras emociones del momento. Son
        negativas, y debemos ser capaces de controlarlas.
§                           *Llega el momento de empezar a tranquilizarse.

-AMARILLO: comienza la relajación y reflexión.
§                      Pensar antes de actuar: es el momento en el que
       debemos ser capaces de tranquilizarnos (es impor-
       tante si no conocía, haber enseñado técnicas 
       previas de relajación) y valorar la situación.
§                         *Pensamos en las posibles alternativas a la conducta que teníamos pensada y las                        consecuencias que nuestros actos podrían tener para nosotros y para los demás.

-VERDE: Tranquilidad, sosiego, confianza.
§                     Tomar una decisión: Elegimos la mejor opción y la ponemos en marcha, controlando              nuestro enfado y no reaccionando de manera desproporcionada a la situación.

Una vez que la situación está controlada, es recomendable realizar un análisis global de la situación, que hubiéramos hecho si hubiéramos reaccionado en un primer momento y cuales hubieran sido las consecuencias y qué ha pasado cuando nos hemos parado a pensar y hemos tomado la decisión de una manera mucho más racional.

Este hecho es importante para que los niños sean conscientes de qué es lo que ganan esforzándose en controlar sus conductas. Para ellos es uno de los mejores refuerzos.

Las primeras veces resulta muy complicado, sobre todo en niños con problemas graves de control de impulsos, de la ira o de agresividad, pero es una técnica que termina en la mayoría de los casos funcionando muy bien.

¿Dónde puedo utilizar esta técnica?


Uno de los aspectos más positivos de esta técnica es que se puede utilizar en cualquier ámbito. Una vez adquirida y aprendida, nos servirá para todo tipo de situaciones o conflictos a los que tengamos que enfrentarnos.

lunes, 15 de junio de 2015

Educando en valores: respetar el bien común





Educar en el respeto al bien común supone educar a respetar las cosas en diferentes ámbitos, desde la escuela hasta el hogar, desde los espacios y pertenencias privadas hasta los espacios públicos, sin importar que sean personas, animales u objetos.

cuando somos pequeños es de vital importancia que se vayan aprendiendo los límites y al mismo tiempo que se inculque el valor de las cosas, no solo su valor económico sino también su valor en sí mismas. Este aprendizaje formará a adultos respetuosos con sus cosas y con las cosas de los demás, así como con su medio y comunidad de convivencia.

Cómo inculco el respeto al bien común

Inculcar este valor se va a conseguir desde las figuras importantes para el niño: sus padres y la escuela. El ámbito escolar es un escenario donde el niño va a prender a convivir con otros niños de su edad y va a tener diferentes experiencias en las que necesariamente tendrá que trabajar en equipo y compartir materiales, así como respetar el bien colectivo: pupitres, espacios comunes, material escolar... Sin embargo, este aprendizaje tiene que continuar en el ámbito del hogar donde los padres y madres van a ser los agentes más importantes de su educación. 

Enseñar a respetar el bien común se va a conseguir siguiendo estos puntos:

- Enseñando con el ejemplo: gran parte del aprendizaje infantil es a través de la observación con lo cual la conducta de sus progenitores va a estar analizada e imitada. Los menores que tienen  padres y madres que se comportan de forma respetuosa con el medio tanto dentro como fuera de casa va a aumentar la probabilidad de que estos niñ@s sean respetuosos.

- Hablando sobre el valor de las cosas: hablar con nuestr@ hij@ acerca del valor que tiene cada cosa a nuestro alrededor va a ayudarle a entender el por qué tenemos que cuidarla. No se trata de reñirle y ya está sino de ayudarle a que asimile un aprendizaje que le dure siempre y que le lleve hacia el respeto como valor, no para evitar un castigo.

- Empatía: ayudarle a ponerse en el lugar de la otra persona o situación para que entienda el perjuicio que puede ocasionar una acción ayudará a que desarrolle su  inteligencia emocional y facilitará el entendimiento de las consecuencias de determinados actos.

- Acudir con él a diferentes espacios públicos: museos, bibliotecas, parques... y enseñarle cómo comportarse en cada uno de ellos. En espacios públicos también tendrá otros modelos de aprendizaje sobre la forma adecuada de comportarse en dichos espacios. Cuantas más experiencias y ejemplos tenga, mejor y más rápido será el aprendizaje.

- Atención: responder a todas sus preguntas y dudas que le puedan surgir y prestarle atención cuando realice las conductas adecuadamente para que las repita en el futuro. Enseñarle lo que significan las señales, las normas ayudará a su entendimiento.

- Cuentos: a través de cuentos se pueden aprender muchos valores de respeto. Leer cuentos que escondan moralejas y hablar de ellas una vez finalizado el cuento para ver si la ha entendido, y si no explicársela.

- El respeto a la naturaleza: inculcar el respeto a la naturaleza y enseñarle su valor y lo que nos aporta es de vital importancia para crear adultos responsables con el medio ambiente y hacer que nuestro planeta sea cada vez más equilibrado y habitable. Enseñarle desde pequeños a reciclar, no tirar papeles al suelo, no maltratar a los animales, no arrancar las plantas que se encuentra forma parte de su educación.

lunes, 1 de junio de 2015

¿Qué pasa ahora que mi relación ha terminado?


La ruptura de una relación nunca es fácil.

Ya sea por parte de uno, o de los dos miembros de la pareja, la consecuencia final es la misma, una separación, una ruptura.  A partir de ese momento, se provoca un terremoto interno de ira, alivio, euforia, dudas, miedos, tristeza, soledad… todas las emociones dan vueltas y te inundan, hasta el punto de no saber realmente como te sientes.

Es importante que, cuanto antes, aceptes la idea de que ha habido un punto y final, la historia se ha terminado: ahora empieza tu duelo, y necesitas un tiempo para poder adaptarte a la nueva situación.
Tu vida está totalmente patas arriba, tus rutinas, tu círculo social… todo ha cambiado. Todo lo que te ofrecía estabilidad y seguridad ya no está. Intentas estar bien pero, sin saber por qué, tus fuerzas te fallan en muchas ocasiones y te sientes culpable. Deberías estar bien, y no lo estás. Deberías seguir con tu vida, y no puedes. Deberías tener ganas de seguir con tu vida normal, pero no eres capaz. Demasiados “deberías” sin cumplir, demasiadas exigencias para un momento como este.

Ten en cuenta que el proceso de duelo puede extenderse un tiempo, y no es “obligatorio” estar bien desde la semana siguiente. No se trata de olvidar y estar bien rápidamente, pero sí que debes avanzar cada día hacia una situación mejor para ti. Quedarte centrado/a en el dolor, la pérdida, la tristeza… no te ayudará. Tienes que trabajar para poder seguir adelante.

Si bien es cierto que no puedes controlar todos los sentimientos que te sobrevienen de repente, si que puedes decidir como afrontar la ruptura. Eso sí que depende solo y exclusivamente de ti.
Existen varios pensamientos que NO ayudan en absoluto a mejorar tu situación, errores muy comunes que cometemos habitualmente y que nos impiden avanzar. En otros, están:

·         A mí no me afecta”: Una cosa es no ir aireando a los cuatro vientos como te sientes, y otra muy distinta es negar que ese dolor existe. Exteriorizar como te sientes con alguien de confianza es fundamental. Es normal sentir dolor, tristeza y miedo ante la nueva situación, y no debes avergonzarte por ello. No hablar de ello no hace que no exista, o que desaparezca, todo lo contrario, puede reaparecer en cualquier otro momento de la forma que menos lo esperes.

·         No tengo a nadie con quien hablar. Estoy solo/a”: es importante elegir bien con que personas quieres hablar de esta situación, de cómo te sientes, de tus miedos, de tus dudas y de tus inseguridades. Es importante sentir apoyo en estos momentos, un buen amigo, un familiar… cualquier persona en la que confíes puede ayudarte a sentirte mejor. Si llegado el momento, tu situación no te permite tener a nadie de confianza, siempre puedes buscar un profesional que te ayude a encontrar tu camino. Tú eliges dónde, cómo, cuándo y con quien.

·         Hay que intentarlo, podemos estar bien si queremos”: Sé consecuente con la decisión que se ha tomado. El hecho de haber terminado una relación y seguir dándole vueltas a la posibilidad de volver a retomarla, solo retrasará tu proceso de aceptación. Es posible que en algún otro momento la relación se retome, pero no va a ser ahora. Si se ha tomado la decisión por una o ambas partes, es porque se han tenido en cuenta todas las opciones y, actualmente, esta era la más viable, y esto no cambiará en un corto periodo de tiempo.
·         Es normal pensar en él/ella a todas horas”: Hasta cierto punto puede que al principio todo te recuerde o te haga revivir momentos concretos que has vivido junto a esa persona, sobretodo si han sido muchos años de relación, pero poco a poco, a medida que el tiempo transcurre, estos pensamientos deben ir disminuyendo. Investigar qué hace, con quién se relaciona, pensar qué puede estar pensando, sintiendo…hacer un repaso de vuestra historia una y otra vez, ya no tiene sentido. El duelo hay que pasarlo, y pensando en todo esto constantemente, no lo harás.
·         Somos amigos, nos llevamos bien y podemos seguir manteniendo la amistad. No pasa nada”: Es posible que esta situación se dé pasado un tiempo, pero hay que dejar un espacio prudencial para que esto pueda ocurrir. De la noche a la mañana los sentimientos no desaparecen. Ten en cuenta que si la ruptura es reciente, probablemente centres tu miedo a estar solo/a y la necesidad de tener a alguien a tu lado en esa persona y, si mantienes el vínculo, la aceptación de tu situación en soledad, no va a llegar. Pasado un tiempo, cuando las dos partes hayan aceptado la nueva situación y los sentimientos hayan quedado al margen, una amistad siempre será posible, pero ahora no es el momento.
·         Busco a otro/a y así lo llevaré mejor. Un clavo saca otro clavo”: Si no te das un tiempo y aceptas tu soledad, es muy probable que la próxima pareja que encuentres no la elijas con el corazón, sino con la necesidad de no sentirte solo/a. Iniciar una relación basada en el simple hecho de no sentirse solo/a es muy probable que te lleve a una relación condenada al fracaso desde el principio. Una relación debe tener unos cimientos sólidos, una base bien estructurada desde el principio: dos personas completas que se unen para disfrutar de la compañía, no por necesidad.
    Estos pensamientos, entre muchos otros que podemos encontrar, nos impiden pasar nuestro duelo, nuestro dolor personal, e impiden que avancemos. El duelo hay que pasarlo, y cuanto antes lo aceptes, antes podrás seguir con tu vida normal. La vida no para, y tú tampoco puedes hacerlo. Puedes tomarlo con más calma durante un tiempo, asimilar la nueva situación y aceptarla, pero nunca detenerte.

“Terminar una relación NO ES UN FRACASO. Fracaso es continuar con una relación insana, improductiva y carente de evolución”

lunes, 11 de mayo de 2015

Educando en valores: SER OPTIMISTA


El optimismo es un valor que, como todos los demás, se puede aprender. El optimismo es un valor que va a proporcionar mucha habilidad a los más pequeños/as para enfrentarse a las situaciones que le van surgiendo en la vida, además de ser un antídoto para el desarrollo de problemas psicológicos tanto en la edad infantil como en el adulto en el que se convertirá.

Cómo enseño a mi Hij@ a ser optimista

Para enseñar valores una de las cosas que mejor funcionan es que nuestro/a hij@ tenga unos modelos de aprendizaje: sus padres y madres. Mantenernos optimistas delante de nuestros hij@s y hacer que vean que no decaemos ante el primer contratiempo o reaccionamos con pesadumbre va a hacer que nuestros hij@s adopten esta habilidad a la hora de enfrentarse a sus contratiempos.

No obstante, hay más cosas que van a favorecer que adquieran este valor tan importante:

  1.  El sentido del humor: ayudar a desarrollar el sentido del humor de l@s peques les dará una arma muy poderosa para enfrentarse a las cosas. El sentido del humor proporciona: permitir que pasen un buen rato (alegría), aprender a minimizar (previene ansiedades y miedos) y mejorará su autoestima. Además es signo de inteligencia. ¡Todo son ventajas!
  2. Recordar las cosas buenas que tenemos. Ayuda a tu hij@ a ver las cosas positivas que tiene: los juguetes, los sitios a los que va con sus padres y madres (cine, parque), las cosas que recibe en su cumpleaños... Todo ello le hará ver que es un niñ@ afortunado.
  3. Decirle sus cualidades. Hacer sentir a tu hij@ que es alguien especial para ti y que tiene muchas cualidades, y además que nosotr@s las vemos y las reconocemos.
  4. Reforzar cuando hace cosas buenas y cuando se recupera rápidamente de un contratiempo. Aquellas conductas que son reforzadas por los padres y madres aumentan la probabilidad de que se repitan en el futuro. Reforzarles cuando realizan conductas de recuperación rápida (se cae y no llora) o cuando se ríen de algo y expresan su sentido del humor hará que lo hagan más a menudo y facilitará que estas cualidades se desarrollen.
  5. Enséñale a no ser negativo. Cuando veamos que nuestro hij@ actúa de forma negativa o se muestra derrotista tenemos que ayudarle a minimizar y a quitarle importancia al asunto para que se encuentra mejor y vea que de esa forma se solucionan mejor las cosas.

Qué me aporta ser optimista

Como hemos mencionado el optimismo nos va a dar muchas cualidades:
  • Ser más alegre y entusiasta
  • No tomarse las cosas con derrotismo ni catastrofizar
  • Aprender a calcular las consecuencias de una forma realista
  • Tendrá menos probabilidades de desarrollar un problemas psicológico
  • Mayor fortaleza y autoestima
  • Menos estrés

lunes, 20 de abril de 2015

¿Cómo pueden afectar las falsas creencias a mi relación de pareja?

"Eran la pareja ideal, pero ya no están juntos. No ha habido terceras personas, no se qué a podido pasar porque se veía que estaban muy bien"

Casi todos hemos escuchado o dicho en alguna ocasión una frase parecida a esta. Resulta casi inexplicable qué puede haber pasado en ciertas parejas que creíamos "perfectas" en la cuales un día, desde nuestro punto de vista de repente, se acabó el amor. 

Todos tenemos una cierta "necesidad" de ser amados. Es esa necesidad que nos han inculcado desde pequeños y que viene determinada por unos mitos o falsas creencias que tenemos arraigados en cada uno de nosotros y que, a la larga, si no sabemos controlar, puede destruir una buena relación.

Los mitos son una serie de ideas erróneas, que venimos escuchando desde hace mucho tiempo y que terminamos creyendo como una verdad absoluta para nuestro mundo. Estos mitos influyen directamente en determinadas áreas de la vida cotidiana en pareja: la convivencia, la sexualidad, el amor, el dinero, los hijos, las relaciones con otros iguales, los roles de género, las relaciones familiares… hasta llegar a dominar la mayor parte del tiempo nuestra conducta. Actuamos en función de nuestras creencias, y éstas generan en nosotros una serie de expectativas con respecto a la persona que comparte nuestra vida que, en muchas ocasiones, no es capaz de llegar a cumplir. Se trata de mitos o ideas románticas que desvirtúan en muchas ocasiones un “amor real”, un “amor de diario”.

Cuando la persona que está a nuestro lado no cumple con todas esas ideas preconcebidas que entendemos que son necesarias para tener un “amor de verdad”, comenzamos a plantearnos si realmente esa persona es la adecuada para compartir nuestro futuro.

No se trata de aceptar todo en una relación, solo porque se quiera a esa persona, ni mucho menos, pero sí de aprender a diferenciar qué comportamientos o formas de actuar son un mito, y cuáles son los comportamientos que ninguna persona debe tolerar en una relación. Como todo, los extremos nunca son buenos. Por eso el amor es complicado, porque requiere buscar un equilibrio que no dañe a nuestra persona, pero tolere ciertos comportamientos diferentes a los nuestros y a los que estamos acostumbrados.

Algunos de los mitos que pueden interferir en nuestra relación son:
* No amo de verdad a mi pareja porque no siento celos.
* Si una persona te quiere, te conoce y sabe lo que te pasa, no hace falta decirlo.
* Basta con querernos para que todo salga adelante.
* Él siempre debe querer relaciones sexuales, si no lo hace, ya no te quiere, ya no te desea.
* En una pareja, la confianza debe ser 100%, nunca puede haber secretos.
* El amor, si es de verdad, nunca se debilita, es para siempre. Siempre será como el primer día, sino, no es un amor que merezca la pena.
* Lo lógico es que en la pareja lo hagan todo juntos.
* Lo que pase en casa, debe quedarse ahí. No hace falta contarle tus problemas a nadie.
* Una pareja que se quiere de verdad no tiene crisis.
* Es mejor no decirle a la otra persona las cosas negativas. Todos tenemos defectos.
* Tener un hijo mejora una mala relación de pareja. Une a los dos miembros por tener algo en común.
* Si tienes hijos, merece la pena mantener la relación de pareja. Tienes que salvar la relación.
* Si de verdad te quiere, luchará para que consigas todos tus sueños. Tu pareja siempre debe ayudarte a conseguir cualquier cosa que tú te propongas…

Estos son tan solo algunos de los muchos mitos que influyen en nuestro día a día, pero por desgracia, hay muchos otros que residen en nosotros. Ante esto, es bueno tener en cuenta que no existe una “relación de pareja perfecta” y que nadie puede decirnos qué sentir o cómo hacerlo. El hecho de que la persona que comparte nuestra vida con nosotros no cumpla estas expectativas puede llevarnos a sentir que "no es la persona adecuada", generando un sentimiento de incomprensión, soledad, vacío o inseguridad.

Debemos tener en cuenta que mientras más altas son las expectativas con respecto a la pareja y no se cumplen, mayor es el dolor y la frustración que se llega a experimentar. Es bueno tener claro cuáles son los límites que cada uno impone en su relación y que no deben ser traspasados, pero ser flexible en otros aspectos que no determinar nuestro bienestar.

Las relaciones hay que cuidarlas, y deben ser cuidadas por ambas partes. Se trata de un trabajo personal que cada uno de los miembros debe hacer en la pareja para un bien común. Muchos de los problemas de pareja que surgen son por carencias afectivas personales que necesitamos solucionar individualmente, para poder estar en compañía. Exigir que nos den lo que no tenemos, no es la solución. Sustituir nuestras carencias con otra persona, nos lleva a depender de ella.


Las mejores relaciones de pareja surgen de individuos libres que, por separado, son capaces de ser felices y se juntan y convierten en uno solo para disfrutar y complementarse, no por necesidad. El amor nunca debe significar la necesidad de tener a alguien, sino el placer de la compañía de una persona que realmente resulta importante en nuestra vida.

viernes, 27 de marzo de 2015

Educando en valores: La obediencia




La obediencia infantil es un valor que implica acatar las órdenes de una persona adulta: padre, madre, profesor... Implica una actitud de respeto hacia la persona que emite la orden y requiere la capacidad de escuchar activamente con atención.

La obediencia es necesaria, no solo en la infancia, sino en las diferentes etapas de la vida ya que se requiere para poder convivir con las personas que nos rodean.Es una actitud responsable de colaboración y participación que influye en las buenas relaciones con los demás y en la organización de la realización de tareas productivas.

La obediencia no se establece en función del afecto que tengas hacia la otra persona, sino que se concentra en la tarea de cumplir un encargo sin pedir nada a cambio.

El aprendizaje de la obediencia

La obediencia se adquiere como parte del aprendizaje de entender que existen unos límites a la hora de realizar conductas y que se tienen que ir adquiriendo, primero por intentar obtener una grado de satisfacción por parte de los padres, y luego por asimilación de la norma como valor de convivencia.

Al final el niño, gracias a la estimulación que le da la persona adulta, cumplirá las normas no ya para agradar sino porque las interiorizará y extraerá un beneficio propio del cumplimiento de las mismas. Para que este proceso se de va a ser importante que el adulto explique el por qué de las normas y el niño/a  por qué es necesario que cumpla las cosas que se le piden.

Puntos importantes para adquirir la obediencia

  • Los adultos tienen que especificar las conductas concretas que se le exigen al niño/a.
  • El niño/a tiene que saber qué es lo que se espera de él.
  • El niño/a tiene que tener claras cuáles son sus obligaciones y deberes.
  • Cuando el niño/a realice la conducta esperada el adulto debe hacerle saber que ha hecho lo correcto verbalmente y prestándole atención.
  • El adulto, a partir de que el niño entiende lo que se le dice, debe explicarle el por qué de las normas para que asimile el valor de la misma.
  • El niño/a debe saber que con el incumplimiento de la norma no consigue nada, en muchos cass ni siquiera la atención de sus padres.
  • El aprendizaje de las normas debe ampliarse a todas las áreas del niño/a, no solo a la casa.
  • Los padres y madres van a servir de modelos en el cumplimiento de normas.
  • Hacer ver al niño/a que el cumplimiento de las normas beneficia a tod@s y hace que estemos mejor y más felices.

lunes, 23 de marzo de 2015

¿Por qué no consigo ser feliz?


Todos queremos ser felices. 

Desde pequeños nos inculcan que la felicidad es algo necesario y que, sin ella, la vida no tiene sentido. Hay que hacer las cosas bien, tenemos que salir adelante y debemos hacerlo con una sonrisa en nuestro rostro. Quien cae, fracasa, quien no es feliz, no ha conseguido el objetivo vital más importante.

Generalmente, este tipo de expectativas generan en cada uno de nosotros la sensación de “Necesidad de ser felices”, entendiendo que, el hecho de no serlo en momentos concretos de nuestra vida, denota un fracaso personal.

Ser feliz es un concepto abstracto que combina múltiples factores y que determina de manera directa, un sentimiento en nosotros.

Centramos nuestra felicidad en los cánones que los demás nos imponen, sin pararnos a pensar si realmente esa forma de ser felices que los demás tienen, nos hace felices a nosotros mismos. Tenemos la concepción errónea de que tener más, implica mayor felicidad, algo que está demostrado que no es cierto, pero seguimos creyendo en ello, y para conseguirlo, centramos toda nuestra energía y tiempo en conseguir más y más cosas.

Todos, en algún momento concreto de nuestra vida, nos hemos parado a pensar y hemos centrado toda nuestra energía en analizar si realmente somos felices. Suele coincidir que ese análisis, solemos hacerlo en momentos de nuestra vida en los que no lo somos, en los que notamos esa carencia, con lo cual la idea general que nos queda es la de sentir que “no cumplimos” esa necesidad “básica” que nos han creado desde pequeños.

Si nos paramos a pensar cuales son los motivos que más nos perjudican a la hora de entender nuestra propia felicidad, podríamos centrarnos en dos: la culpa y una alta exigencia, por lo que la clave principal para ser felices podría centrarse en el concepto concreto de ser capaces de perdonarnos a nosotros mismos y, para ello, es importante seguir varios criterios básicos:

  • ·         Cometer un fallo, no es un crimen. Debemos entender los fallos que cometemos como errores que podemos solventar, simplemente obstáculos puntuales en nuestro camino de vida, que nos ayudan a aprender.
  • ·         Perdona a los demás. Malgastar la energía en odiar o tener rencor hacia alguien nos impide dedicar todas nuestras fuerzas a conseguir nuestros objetivos.
  • ·         No dejes que tu pasado determine tu vida. Estás viviendo el presente, no el pasado. Si centras todos tus pensamientos en algo que ya no puedes cambiar y que ya ha pasado. ¿Cómo vas a labrar el futuro que esperas? Centra tu vida en el AQUÍ y AHORA.
  • ·         Los demás no mandan en tu vida, eres tú. Una baja autoestima puede hacer que dejes que las opiniones de los demás dirijan tu vida. Párate y piensa, el/la único/a que vives tu vida eres tu mismo/a. Déjate aconsejar por buenos amigos, pero siempre toma tú las decisiones finales, aunque la gente quiera ayudarte, puede que no entiendan la vida como tu lo haces y, al fin y al cabo, las consecuencias de tus actos recaerán en ti, no en quienes te aconsejaron.
  • ·         Aleja de ti a la gente que te hace daño. Las relaciones tóxicas no favorecen a nadie. Intentar mantener algo que no te hace feliz no tiene sentido. Hay malas épocas y en ellas apoyamos a la gente que lo necesita pero, llegados a un cierto punto, hay que valorar que, si nos hace tanto daño que impide que seamos nosotros mismos, esa persona o personas no nos hacen bien. Cuanto antes cortes ese tipo de relaciones, antes volverás a poder ser tú.
  • ·         Cree en ti. La base de la felicidad es la confianza en uno mismo. Si ves la vida con otros ojos, puede que las situaciones sean las mismas, pero tu forma de interpretarlas cambiará. Busca la perspectiva que más favorezca tu forma de entender el mundo. Busca la forma de sentirte lo más cómodo/a posible con las circunstancias actuales.

Encontrar la felicidad está en uno mismo, no en los demás. Si llegas a comprender que tu felicidad tan solo depende de ti mismo, tendrás mucho más accesible la forma de cambiar las cosas y de entender la vida a tu manera. Quiérete, perdónate y perdona a los demás y sigue adelante.


Paulo Coelho dijo: “Volví a sentir una inmensas ganas de vivir cuando descubrí que el sentido de mi vida era el que yo le quisiera dar” 

viernes, 6 de marzo de 2015

Crítica ¿constructiva o destructiva?



Las relaciones interpersonales pueden ser estresantes en muchas ocasiones, y a veces sentimos que las personas que nos rodean no respetan nuestros derechos o se comportan de forma molesta para nosotros, afectando a nuestro bienestar y a nuestro estado de ánimo.

En estas ocasiones podemos responder de diferentes maneras, pero aunque hablemos de una forma tranquila podemos estar increpando la conducta de la otra persona creando un efecto de rechazo y sin conseguir lo que realmente deseamos: que esa conducta cambie. 

Una crítica puede ser constructiva o destructiva. Se dice que una crítica es constructiva cuando:
  •          El comportamiento criticado es algo que puede cambiarse.
  •          Se cuida la forma en la que se expresa para que no hiera a alguien.
  •          Se hace porque se aprecia al otro y se quiere ayudar.
  •          Se desea mantener una buena relación.

Suelen tener varias funciones positivas:
  •           Intenta defender los derechos legítimos del que hace y comunica sus necesidades.
  •          Pretenden ayudar a quién la recibe.
  •          Pretenden ayudar a mejorar la comunicación y las relaciones interpersonales.
      Sin embargo, a pesar de esto pueden ser interpretadas de forma negativa por la persona que la recibe. Por ello, es mejor hacer una petición de cambio de conducta teniendo en cuenta el punto de vista de la otra persona.


1      Cómo pedir cambios de conducta en forma asertiva
  •          Detectar el problema: darte cuenta de que tienes un problema causado por el comportamiento de otra persona. Es importante expresar el problema en primera persona ya que es uno mismo el que tiene el problema, aunque sea consecuencia del comportamiento de la otra persona.

  •        Evaluar si es conveniente o no pedir el cambio de conducta:
             - Ver si está lesionando sus derechos
                   - Si lo que pides es realista
                   - Si se puede molestar y prever las consecuencias
                   - Ver si realmente es importante para ti que el otro cambie.

Para que nuestras relaciones con los demás sean más satisfactorias es importante que aprendamos a expresar lo que queremos, sentimos y pensamos en un determinado momento, y pedir cambios en los demás sin vulnerar sus derechos y respetando su punto de vista. Todo ello de una forma amable, ya que lo que queremos es que ambas partes salgan beneficiadas y no hacer un ataque hacia la otra persona.

lunes, 23 de febrero de 2015

Educando en valores: La Honestidad



La honestidad es uno de los valores más importantes en la educación de nuestros hijos ya que les va a permitir relacionarse mejor consigo mismos y con las personas a su alrededor. Fomenta la formación de una personalidad estable y coherente con las creencias de uno mismo, fomentando el auto-conocimiento.

Como valor, es un constructo abstracto creado por el hombre que puede ser inculcado, sobre todo, a través del ejemplo de los principales modelos para el niño: los padres y las madres, y a continuación por la escuela.

Las primeras mentiras de los niños surgen como un juego. Los límites entre lo que es real y lo imaginario no están claramente diferenciados y pueden inventar historias para explicar determinados comportamientos. Al principio surgirán mentiras inocentes que forman parte de una etapa en la que utilizan frases como "yo no he sido", "se ha caído solo"... pero que habrá que ir corrigiendo para que no se convierta en una forma habitual de funcionar.

Cómo educar la honestidad

  • Como hemos comentado lo primero que van a aprender los niñ@s son las conductas que realizan sus principales modelos, por lo tanto, ¡hay que predicar con el ejemplo! La mejor forma de enseñar lo que es ser honesto es siendo honesto: intentar ser coherentes ente lo que se dice y lo que se hace.
  • Una de los principales motivos de la mentira es el miedo al castigo o a defraudarnos. No castigar severamente los errores  y explicar que aunque algo esté mal hecho, es mejor decirlo que ocultarlo. Reforzar el hecho de que lo haya contado.
  • Explicar los inconvenientes de la mentira: si miente sí que defraudará y hará sentir mal a los otros, haciendo que no puedan confiar en él/ella.
  • Ser honesto es hacer cosas por los demás sin esperar nada a cambio. Enseñarle conductas de ayuda a los demás sin recibir un premio material y haciendo que se siente bien por el acto, reforzándole con mucha atención.
  • Poner dibujos animados donde aparezcan conductas de honradez que sean recompensadas por un beneficio social.
  • No ser demasiado exigentes. Si ponemos excesivas normativas y estamos constantemente riñendo porque no las cumple todas provocaremos que intente ocultar su incumplimiento por no recibir la riña.
  • Hablar de los beneficios de ser sincero y estar atentos para reforzar cualquier conducta que implique que el niño/a está siendo honesto/a.
Lo que nunca hay que hacer es someter al niño/a a interrogatorios exhaustivos donde se sienta atemorizado o llamarles mentirosos, ya que las etiquetas que les ponemos harán que las asuman como propias y que forman parte de ellos/as mismos/as.

Si vemos que ha hecho algo podemos afirmarlo sin alterarnos y ayudarle a solucionarlo o a reparar el daño. Con ello verá que no tiene que tener miedo a equivocarse, y aprenderá soluciones alternativas a la mentira.

lunes, 9 de febrero de 2015

Mejor solo que mal acompañado



Cada vez es más habitual, dado nuestro estilo de vida y el cambio de valores de nuestra sociedad, encontrarnos en diversos momentos de nuestra vida en los que no convivimos con nadie, o no tenemos pareja y estamos solos. Muchas veces es un estilo de vida de elección de algunas personas, y cada vez es más habitual observar gente que vive sola.

Muchas personas se sienten aturdidas ante la idea de pasar tiempo en soledad, sin embargo, numerosos estudios indican que son periodos en los que, no solo podemos extraer un enorme provecho, sino que son necesarios para el crecimiento personal.

Un estudio de la Universidad de Nueva York indica que cada vez más personas se adhieren a la frase "más vale solo que mal acompañado", y es que no se trata de tener muchas relaciones personales, sino que esas relaciones sean de calidad. Es la calidad de la relación con la/las persona/as que nos rodean la que proporciona felicidad y bienestar; y al revés, tener una relación o relaciones que sean absorbentes, de mala calidad o que no nos proporcionen un crecimiento puede provocar el deterioro de nuestra salud física y psíquica, y empeorar nuestra calidad de vida.

Lo peor no es estar solo, sino estar con alguien que te hace sentir solo


Así que, siguiendo la frase que encabeza este artículo, vamos a ver qué ventajas nos proporciona estar solo:

  • Nos permite un descanso reparador del hecho de estar todo el día hiper-conectados constantemente con todo el mundo.
  • Permite el desarrollo de la creatividad: el pasar tiempo solos ayuda a desarrollar nuestro lado creativo y hace que nos surjan más ideas innovadoras. 
  • Permite conocernos mejor y saber cuáles son nuestros gustos, a la vez que nos permite hacerlos y disfrutarlos.
  • Desarrolla el pensamiento propio y nos permite ser más críticos y no dejarnos llevar por las tendencias generales.
  • Da libertad para hacer lo que uno quiere cuando uno quiere sin necesidad de estar pendiente de las demandas externas.
  • Nos permite tener un espacio de inactividad y contemplación frente a las hiperactividad constante a la que estamos sometidos en nuestro día a día.
  • Es un espacio de análisis de nuestra gestión personal, nuestros proyectos y de evaluar la calidad de nuestras relaciones, lo que nos permite tomar mejores decisiones.
  • Perder el miedo a la sensación de vacío y soledad. Encontrar un espacio donde familiarizarme con mis emociones y no sentirme mal por ellas sino aprender a conocerlas y a convivir con ellas.
Hay que saber que la soledad es una sensación que no tiene que ver con la presencia o ausencia de personas cerca. Uno puede estar solo y sentirse a gusto y apoyado, o estar completamente rodeado de gente y sentir una profunda soledad.

Hay que saber estar solo pero no hay que estar aislado
 

lunes, 26 de enero de 2015

Educando en valores: La Perseverancia



La perseverancia es un valor fundamental, ya que supone poner todos nuestros esfuerzos físicos y mentales en la consecución de objetivos hasta conseguir la meta que nos hemos propuesto, ya sea a nivel laboral, familiar, social o personal.

La ausencia de este valor puede desencadenar en personas que abandonan fácilmente sus objetivos, sin conseguir metas y generando, por lo tanto, altos niveles de frustración y pérdida de interés por las cosas.

Su desarrollo genera niñ@s con mejor autoestima, confianza en sí mismos y más maduros
emocionalmente. Así mismo, nos permite desarrollar la disciplina, el compromiso, el poder de decisión, nos permite enfrentarnos a las situaciones de manera postiva y a flexibilizar en situaciones límite sobreponiéndonos a ellas en diferentes momentos de la vida.

La perseverancia es un componente de éxito: si golpeamos en la puerta de alguien con la suficiente fuerza durante el tiempo suficiente acabará por escucharnos.

Podemos aprenderla a través de ejemplos de los padres y madres, los profesores y de gente de nuestro entorno que sea constante en la consecución de logros. Para aprenderla también será importante ejercitar nuestra fuerza de voluntad, la disciplina, la capacidad de mantenernos firmes y tener claro las metas que queremos alcanzar.

Tenemos un decálogo para desarrollar este valor tan importante:

  1. Todo lo que vale la pena, exige esfuerzo, disciplina y dedicación.
  2. Cambie la impaciencia por perseverancia y empeño.
  3. La paciencia fortalece la voluntad.
  4. Establecer un horario que sea flexible pero no lo cambie con cualquier excusa.
  5. Si algo supone esfuerzo es una buena razón para hacerlo AHORA.
  6. Atreverse con riesgos sin dejar de ser prudente. Superar el miedo al fracaso.
  7. Cuidar los pequeños detalles en nuestros espacios: orden y limpieza en nuestra casa, lugar de trabajo, cumplir un plazo, sonreír a alguien...
  8. Perseverar en tareas que se han comenzado hasta que se acaban.
  9. Autocontrol de las emociones negativas que aparecen. Dar refuerzo positivo cuando algo se consigue.
  10. Desarrollar la asertividad y la empatía.

Empezar empieza todo el mundo, sólo los triunfadores llegan al final



domingo, 18 de enero de 2015

AUTOCRITICA: ¿Te estás impidiendo a ti mism@ avanzar en tus problemas?


Uno de los aspectos fundamentales de la Autoestima es la AUTOCRITICA. La autocrítica es la capacidad de auto evaluarse y de ser sincerarse con uno mismo. Nos ayuda a ser conscientes de las fortalezas y debilidades que poseemos.
Usada de forma correcta, nos ayuda a mejorar como personas. Nos da una visión objetiva de quiénes somos y de qué aspectos podemos intentar mejorar. Sin embargo, un mal uso de esta herramienta nos impide avanzar, generando en la propia persona inseguridad, decepción, culpa y/o angustia, propiciando de esta manera una baja autoestima.
Es importante comprender que, constantemente, nos calificamos a nosotros mismos y alimentamos una autopercepción (ya sea de una forma positiva o negativa), conforme vamos enfrentándonos a distintas situaciones diariamente.
Generamos de esta manera una autoimagen o autoconcepto sobre nosotros mismos bastante estable. Hemos de tener en cuenta que terminamos creyendo lo que nos decimos, predisponiendo de esta forma nuestra conducta, nuestra percepción de las situaciones y nuestras acciones. Si constantemente nos decimos que no vamos a llegar a ningún lado y que no valemos, nuestra predisposición a actuar en situaciones concretas será mucho peor, y las afrontaremos con mucha inseguridad.
Una persona se predispone a cambiar la forma en que se habla a sí mismo cuando es consciente de las cosas que llega a decirse y del daño que se está haciendo con ello. Pararse a pensar qué nos decimos, es fundamental para poder poner solución. Generalmente, realizar un análisis de los pensamientos negativos suele ser el primer comienzo:

“Presta atención a los pensamientos que tienes habitualmente en tu cabeza. Haciendo un análisis global, ¿Tienden a ser más positivos o negativos? Haz un listado durante unos días de los pensamientos más negativos.

Una vez hecho el listado, pronuncia esos pensamientos en voz alta, como si estuvieras hablando con alguien. Imagina que tu le dijeras a alguien diariamente todo lo que tú te dices a ti mism@. ¿Crees que serías capaz de decirle a otra persona todo lo que te dices a ti? ¿Cómo crees que reaccionaria si se lo dijeras?

En muchas ocasiones cuando estamos intentando superar un problema no somos capaces de valorar objetivamente. Sin embargo, con esta técnica, salimos de nuestro yo e intentamos dar consejo a una persona que pasa por nuestra misma situación.

La pregunta más importante para hacerse es la siguiente: si le dijéramos todo eso a otra persona, ¿sería beneficioso para ella? ¿Le ayudaría a solucionar el problema?

Si la respuesta es NO, plantéate tu situación. Si sigues diciéndote esas cosas, con la misma lógica con la que a otra persona no le ayudaría, a ti, seguramente, tampoco lo terminará haciendo.

Los efectos de rebajar los niveles de autocrítica son muy claros. Si empiezas a cambiar poco a poco tu mentalidad y la forma en la que dialogas con tu ser interior de forma mental, la forma de interpretar tu mundo puede llegar a cambiar bastante, mejorando de esta forma tu capacidad de afrontar los problemas, tu seguridad, tu sensación de control en tu vida…


Llegados a este punto, es hora de plantearse un cambio real de estrategia para afrontar los problemas. Con un cambio de pensamientos, actitud y por consiguiente con una autoestima mucho más positiva, las probabilidades de encontrarte fuerte, segur@ y preparad@ para enfrentarte a tus problemas serán mucho mayores.